En un día tan especial como este, quiero enviarles un saludo desde el fondo de mi corazón a todas las madres, agradecerles por su amor infinito y por sus sabios consejos que nos han llevado por el camino del bien.
Aprovecho para agradecerles a aquellas madres que sin dudarlo han sacrificado todo por sus hijos, luchando cada día por hacer de ellos personas de bien, preocupados por el prójimo y con empatía por los demás.
Sin duda alguna, una madre devota es el mejor regalo que cualquier persona pueda tener, su compañía y amor llenan los hogares de esperanza y unión. Una madre es aquella que ilumina nuestras vidas con sus consejos, la misma que nos da palabras de aliento cuando las necesitamos y que nos regala un abrazo para hacernos sentir que todo estará bien.
Gracias por no rendirse nunca y hacer todo lo necesario para ayudarnos a alcanzar el éxito, gracias por ser nuestras enfermeras y curar los golpes que recibimos cuando éramos niños, jamás olvidaremos esas palabras de apoyo y guardaremos en nuestros corazones cada palabra llena de amor y cada consejo sincero.
No me resta más que desearles lo mejor este y todos los días, son ustedes nuestro motivo para salir adelante y gracias a ustedes entendimos que con trabajo y sacrificio todo es posible.
Ustedes son un tesoro invaluable.
¡Feliz día!