Los seres humanos somos alegres, pacientes y sin duda somos emocionales, sin embargo, nuestras emociones nos pueden jugar una mala pasada si no sabemos controlarlas y actuamos bajo sus efectos sin medir las consecuencias de nuestros actos.
En el mundo de los negocios y para triunfar en él, es importante ser inteligente y saber administrar nuestras emociones de manera que éstas no afecten nuestro desempeño y entorpezcan así el camino al éxito. Lo anterior es pieza clave en cuanto a decisiones se refiere; por ejemplo: si tomamos una decisión mientras estamos enojados, es posible que actuemos de forma desafiante o egoísta y esto indudablemente afectará nuestro plan de negocios.
No es secreto que las emociones nos hacen quienes somos, sin embargo, debemos saber manejarlas a nuestro beneficio, para ello hay un par de herramientas a nuestra disposición.
– Antes de actuar, tómate unos minutos para analizar los pros y las contras de tus acciones a futuro, una vez consideres todas las posibilidades estarás libre de emociones para poder tomar el camino correcto.
– Aprende a distinguir aquello que despierta en ti emociones negativas y apártalo de tu entorno laboral.
Si sigues estos sencillos pero útiles consejos, podrás saber que tus decisiones serán las mejores para tu negocio.